Esta semana pasó algo atípico en mi trabajo. Bueno, en realidad en el Poder Judicial ya me parece que no es muy atípico, ocurre con más frecuencia de lo que uno creería. Lo cual nos hace plantearnos cómo algo podría salir bien en la justicia.
Una empleada de mesa de entradas enloqueció. Parece que hace rato venía derrapando y ahora llegó al límite. Apareció descalza diciendo que la perseguía la mafia china. Sí, la mafia china. Obviamente se la llevaron arrastrándola mientras gritaba.
Y después pretendemos que las causas avancen. Gente, no le pidan peras al olmo.
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