miércoles, 14 de marzo de 2012

La pelotudez humana

Más Violencia Rivas que nunca


Hoy vino el nieto de una compañera de trabajo. La abuela (o sea, mi compañera) es un ser muy, muy, MUY pesado (y aclaro que esto es opinión del 90% de la oficina). Es de esas personas, como ocurre con algunos padres, que insisten en hablar a cada rato de sus hijos, nietos, etc. Ya abordé este tema en algún posteo, y es que es algo que no tolero bajo ninguna circunstancia. Me da rechazo y a medida que pasa el tiempo, cada vez más. Porque claro, dos días de escuchar cada pelotudez que hizo el nene es una cosa. Dos años es otra muy distinta. Primero quiero aclarar que no tengo nada contra los niños, por el contrario, tengo un sobrino hermoso de dos años y disfruto estar con él. Para mi es una de las cosas más lindas del mundo. Pero otro asunto son los padres o abuelos que se volvieron extremadamente pelotudos ya al momento de la primera ecografía, ni digamos cuando nació.
Hay padres que son personas coherentes, con una vida, que cuando le preguntás sobre sus hijos te contestan una generalidad, alguna que otra cosa específica, pero no te cuentan el pedo que se tiró el bebé, o como va a ser un Miró porque dibujó tres líneas en una hoja. Hay otros que no sólo te atestan el cerebro de anécdotas (sin sentido para uno, pues no son nuestra familia) cuando les preguntás, sino que, no contentos con ello, basta que te acerques para que te empiecen a hablar del tema. Y lo más, más odioso, es cuando imitan algo que hizo el nene. A ver, sos un boludo grande de 40 años, NO TIENE GRACIA QUE IMITES UN BALBUCEO DE TU BEBÉ. No sólo no tiene gracia, quedás todavía más pelotudo. Por el amor de dios, en un nene tiene gracia porque es chiquito y resulta simpático. VOS, imitándolo, no. Además, es gracioso para vos que lo viste, fuera de contexto y relatado pierde todo el sentido.
Encima hay gente que busca a otros que tengan niños pequeños para poder entablar una conversación sobre ellos como si ser padres o abuelos los volviera personas con algo en común. Si Hitler estuviera en el parque paseando a sus nenes, ¿le hablarías sólo por eso? Acá compadezco a la gente racional que tiene hijos, y que no se comporta como un siome. Porque deben soportar el triple de acoso que yo sólo por ser padres.

Alguien me firmó aquel posteo diciendo que en realidad lo que molesta es la monotonía temática (como esa gente que no puede parar de hablar de su pareja, sí, sí, ya lo entendimos estás suuuuuuper enamorada y tu pareja es perfecta y lo mejor del mundo), pero acá está agravada. Puedo soportar cierta reiteración temática pero en este asunto ya se vuelve insufrible. Escuchar las imitaciones que un adulto hace de un nene a cada rato y riéndose de estupideces, ah, y además diciendo lo inteligente que es el chico porque vio una lechuza y sonrió, porque vio una oveja e hizo "meee", me superan. Porque claro, todos los hijos y nietos son superdotados. Dejame de joder.

jueves, 1 de marzo de 2012

Abajo el optimismo, viva la queja



Uno tiene sus días de Tana Ferro. En algún post anterior mencioné ya que me siento identificada con ella (bastante seguido). Sí, me molesta la gente que siempre está feliz, de buen humor, optimista. En realidad, lo que me pasa es que me parece falso, trucho. ¿Hay alguien que de verdad siempre pueda ser positivo? Hay que ser un poco sinceros, el mundo es una bosta. Y ser excesivamente optimista me parece negar esta realidad obvia. A ver, gran parte del mundo se muere de hambre y pocos se llenan de guita de una forma bochornosa. Tienen tanta plata que jamás ni ellos, ni sus hijos, ni los hijos de sus hijos, ni los hijos de los hijos de sus hijos (y tal vez más) podrían gastar. Sin ir más lejos, hace poco fuimos testigos de un terrible accidente que podría haberse evitado con simples controles. Pero la vida a veces vale poco, muy poco.
Pero tampoco quiero ponerme dramática, ni suicida. Sin irnos a extremos o cosas radicales como la pobreza extrema de África, a veces uno sencillamente tiene días chotos, porque sí, porque los planetas se alinearon y te levantaste de malhumor. A veces te pasan cosas que no son la muerte de nadie pero te joden, es así. Y uno ni siquiera puede desahogarse, putear, ponerse triste, yo que se, algo, porque ya sos un depresivo, emo, extremista. ¡Y sí loco, cuando uno se enoja se pone extremista! La cuestión es no vivir así, pero tampoco no darse los espacios. Si querés ponerte para el orto, enojarte, hacer berrinches , llorar y decir que el mundo es una mierda (que lo es), deciloooooooo. ¿Qué pasa, es obligación siempre andar con una sonrisita y decir "che pero que suerte que tengo que salgo a la calle y no me cae un piano en la cabeza"? Mejor regodearse un rato en la autocompasión y después listo, seguir adelante. ¿Quién no necesita esos momentos de angustia existencial al pedo?
Reitero, creo que es evidente que en el mundo pasan cosas terribles que a muchos de nosotros, por suerte, no nos tocó vivir, y hay que valorar eso, es importante. ¡Pero por el amor de dios si quiero un día estar molesta y que todo me parezca una cagada déjenme!
Si alguien quiere quejarse un rato porque se rompió una pierna aunque no se quedó cuadripléjico, ¡déjenlo!. Sí, ya lo sabemos, la vida siempre puede ser un poco peor.
Eso sí, no nos vayamos al extremo y nos quejemos todo el tiempo porque eso todavía es más insoportable que la falsa alegría constante. Sí, existen términos medios.