Morfeo y Lu

Ayer me puse a enumerarle a la señorita sardina -ahora alias panda gigante- mis sueños con gente famosa. Fueron varios, que recuerde en estos momentos:

Primero, primero en el ranking y cronológicamente, soñé con Rubén Rada. Pero atención, éste no es cualquier sueño. No, Rubén Rada nos salvaba de una rata gigante que atacaba el mundo. Y no, no me pregunten porqué Rubén Rada, no lo sé. Tampoco sé porqué en mi cabeza una catástrofe mundial se representa en el ataque de una rata gigante.
Después, y estos sueños ya fueron en el último tiempo, soñé con Mauricio Macri y Susana Giménez. Seguramente estarán pensando "qué horror", porque la verdad es fuerte soñar con esas dos personalidades juntas. Pero todo lo contrario, fue muy gratificante, porque les decía todo lo que pensaba de ellos -ya sabrán ustedes qué es-.
También soñé con Cerati. Este fué más cruel. Soñé que se recuperaba y daba un recital. Y acá viene lo cruel, yo me ponía a escuchar a ver si se le patinaban las palabras o se le entendía lo que decía...y yo pensaba "no eh, se le entiende bastaaaante bien" con cara de "pero mirá que bien cómo evolucionó este chico de su acv"
La semana pasada soñé con Carlos Heller, vaya uno a saber porqué si no es precisamente la figura del momento...soñé que estaba en otro partido y yo decía indignada "¿¿¿PERO NADIE SE ACUERDA QUE ANTES ESTABA EN EL KIRCHNERISMO???"
Por último, soñé con Paul Mccartney. Esto sí se bien porqué. Mi amiga Julia vino el otro día y estaba con el tole tole de las entradas de Paul. Obviamente yo quedé anonadada por los precios irrisorios y, además, porque se agotaron las entradas de la primera función-no sé qué pasó ahora con la segunda-. Además tanto hablar de Paul en un breve rato condicionó mi mente. Soñé que me lo encontraba en una fiesta top y le decía que le iba a contar a mi amiga, que ella era super fanática de él y que lo iba a ir a ver.

En fin, yo no sueño con cuaquiera, ya ven.
Sólo tenog una duda: ¿Harry Potter cuenta como famoso?

Como siempre, viva yo.

Seguramente a mí sola me pasa tomarme vacaciones y enfermarme al tercer día de las mismas. Son esos momentos en que te preguntás: ¿soy boluda? Y la respuesta, como siempre: Sí, obvio.
Aparte, mi gran genialidad es que, de las veces que me enfermé este año, sin duda es la peor. Dos días de fiebre-entre los 38 y los 39 grados, cuando mucho unos 37.5 después del remedio-, una congestión encantadora que da por resultado la pérdida de la audición-además del dolor de oído-, del gusto, un tono gangoso, dolor de cabeza y la necesidad de 35 paquetes de carilinas. También es parte del cuadro una tos de Cacho Castaña al borde de la muerte. Hermoso.
Con lo cual, después del finde, mis vacaciones consistieron-hasta el momento- en agonizar en la cama, agonizar en la guardia del hospital viendo salir a los mineros-claro, encima tuve dos horas de espera en esa encantadora situación- y volver a agonizar en la cama.

Por eso, una vez más y con mucho énfasis: VIVA YO

¿Rescate exitoso?

Bueno, ayer prácticamente no se habló de otra cosa que el rescate exitoso de los mineros. En realidad el tema de los mineros viene reiterativo hace rato, pero ayer fue el boom.
Esto me suscita unas cuantas reflexiones.
Antes que nada, aclaro, no es que no me parezca terrible que 33 personas queden encerradas por tres meses bajo tierra. No, todo lo contrario. Además, me parece muy destacable que hayan soportado y que hayan trabajado en equipo. Lo que pasa es que, en toda esta euforia de la gran labor estatal de Chile se dejan un par de cosas de lado.
La primera y más importante: ¿por qué estos mineros estaban en esa situación?¿Alguien se pregunta y cuestiona las condiciones en que trabajan? Concretamente, lo que ocurre es que la minería es un trabajo con malas condiciones. Cosas como ésta ocurren porque ni las empresas ni el Estado se ocupan de regular como corresponde, ni controlar el estado de las minas. ¿En qué medio se está hablando de eso ahora? Está completamente opacado por el resultado feliz de la operación. A ver, es importante que se dé cobertura a ésto, que no siempre sean malas noticias que se dan en los medios. Y todo lo que se hizo para el rescate lo más rápido posible es importante. Pero también es importante pensar que ésto ni siquiera debiera haber sucedido.
Lo segundo que pienso es que ahora hay que ver qué hace el Estado con los 33 mineros. Quiero decir, sabemos que la euforia es así. Se presta atención a algo y cuando pasa el boom todos se olvidan. Y el rol del Estado y la empresa responsable no queda en sacarlos y ya sino en garantizarles un ingreso o fuentes de trabajo alternativas. Porque habrá que ver quién de ellos quiere seguir dedicándose a la minería. Y además, que esto sirva como ejemplo a la hora de próximos controles.

Aparte, me parece rídiculo estar hablando de Chile como un ejemplo de unidad de país. Y la unidad de los de abajo con los de arriba y blahblah. A ver, lo básico sigue igual, los de arriba nunca están en esta situación. Pero ante algo tan extremo se dan cuenta que para que, en este caso, las mineras funcionen, hay GENTE trabajando. Sí, gente. Gente que se expone y se arriesga. Lo que pasa es que cuando ocurre algo así, sale a la luz toda esa gente que está al margen de todo interés social y estatal. Esa gente que nadie ve.
Sí, la sociedad a veces se une ante algo puntual. ¿Pero eso es un país unido? No nos engañemos.

Lo peor de todo esto, es cómo va a subir la popularidad de Piñera, que como estuvo presente durante todo el rescate (lo cual, desde ya, es muy respetable)va a quedar por un tiempo como un ser preocupado por el bienestar de su población y nadie se va a acordar de que, en definitiva, es un señor muy de derecha más preocupado por su plata que por la sociedad.

En fin, lo que habría que hacer es no obnubilarse con algo y olvidarse del resto. Pensemos un poco las cosas -críticamente.-

Bis

Otra cosa que no tolero para nada: la gente que se pasa hablando de niños. Ya sea hijos, nietos o sobrinos. Digo, un poco está bien, ¿pero todo el día? A ver, seamos sinceros, yo tengo un sobrino y, obviamente, estoy completamente babosa con él. Pero yo sé (y creo que todos deberían percatarse de ese hecho) que al resto de las personas les importa un carajo. Uno puede hacer un comentario, dos, o a veces contar cosas. Eso no jode a nadie, e incluso los demás seguramente lo van a compartir, porque, en definitiva, los niños son lindos para casi todos. Pero por favor, entiéndanlo...es insoportable escuchar todo el día sobre si el nene se rió, lloro, escupió o se tiró un pedo. Encima tenés que poner cara de "qué interesante" y decir "aaay que lindoo" cuando por dentro estás pensando "¿pero por qué no enmudeces?". Sinceramente, habría que decirles "sabés qué, me encanta que quieras a tu nieto pero al resto de los mortales no nos modifica en nada si anoche se rascó el ombligo", pasa que la cordialidad nos lo impide.
En realidad lo irritante es la montonía temática, lo que ocurre es que la gente cuando tiene niños pequeños se vuelve insoportablemente monotemática con eso y pierde todo criterio de qué resulta relevante e interesante para el resto (obviamente, ésto con excepciones...hágase y háganos un favor: sea una de ellas).

¿Irritarme yo? JAMÁS

Por momentos me sale la Tana Ferro que tengo en mi interior (y no a mucha profundidad).
Me molesta mucho, pero mucho, el "SETIEMBRE" en vez de "SEPTIEMBRE". No lo tolero. Yo sé que en este caso está aceptado, pero es espantoso.

Después tengo una sarta de palabras con las que ocurre lo mismo en algunas personas. Por ejemplo:
-me compré una heladera NO FROS
-es un ESPETÁCULO, o peor, un EPETÁCULO

Todo junto es un encanto..."ayer me compré una heladera no fros (leáse no fros literal, nada de "nou") que es un epetáculo".

Después tenemos:
-sí, sí, el nuevo ipod es buenísimo (lease IPOD literal, no "aipod")
-tenés el teclado normal o sino usás la tochscrin (entiéndase touch screen)
-está todo ORLAIN (entiéndase "online")

Pero creo que lo que más me irrita es escuchárselo decir a un pelotudo que se cree lo más por comprarse la tecnología de punta, sus super camionetas y no se que más huevadas.