En los últimos días nos topamos una vez más con una noticia escabrosa: la muerte de Melina Romero. El caso ya tomó público conocimiento y no es mi intención ahondar en los horrorosos detalles del crimen sino reflexionar sobre algunos puntos de la cuestión, como-por suerte- ya lo han hecho otros. Cito una frase por demás acertada del ensayo que se publicó en la Revista Anfibia: "vivimos en sociedades que enseñan a las niñas a no ser violadas en lugar de enseñar a los varones a no ser violadores."(http://revistaanfibia.com/ensayo/la-mala-victima/) Dicho y hecho. La sociedad patriarcal en la que vivimos asume que la mujer se debe comportar de determinada manera: ser recatada, es decir "no vestirse como puta", no "actuar como puta" pero tampoco ser una "frígida". Cuando una mujer está con mala actitud es que "es una malcogida". Las mujeres que son feministas seguramente serán lesbianas resentidas. Hay que afrontarlo, estamos en el siglo XXI, más específicamente en el 2014, y aún hoy debemos enfrentarnos a categorizaciones horriblemente burdas, discriminatorias y subyugantes. Cuando la mujer se valora, asusta. Cuando se defiende, asusta. Cuando se vale por sí misma, asusta. Cuando disfruta su sexualidad, asusta.
El tratamiento que se dio de parte de muchos medios al caso de Melina es prueba cabal de que aún faltan años para que las mujeres sean tratadas con equidad frente al tratamiento que reciben los hombres. Para Melina, la situación fue aún peor: era pobre. Y ser mujer y pobre te convierte en un ser doblemente estigmatizado. No sólo era pobre, era mujer. No sólo era mujer, era pobre. Uno de los medios que se destacó por su patético tratamiento fue Clarín, como señalaron correctamente los profesores de Melina. La nota es miserable, es misógina y es elitista. Cuando la leí, días atrás, aún no sabía que se trataba de una joven desaparecida por lo que me espantó encontrarme con que su desaparición gracias si se mencionaba dentro de toda una amplia descripción que mostraba cómo su vida "no tenía rumbo". Ante todo, estamos hablando de una chica de 17 años, ¿cómo podemos decir que la vida de alguien no tiene rumbo a esa edad?. Pero eso no es lo peor, no. Lo que se destaca es que no trabaja, no estudia, sale todo el tiempo, es RRPP de un boliche "para no pagar", tiene amigos más grandes, tiene piercings, vive en una casa humilde...y algunas cuantas cosas más. Todos esos datos son los que se desarrollan en la basura de nota que decidieron titular "Una fanática de los boliches, que abandonó la secundaria", como si eso fuera lo que importara. Como si el detalle nimio de su desaparición no importara nada, porque ¿qué importa la vida de una mujer pobre que seguramente se buscó su suerte?. Porque lo que esconde toda esa caracterización exhaustiva del estilo de vida censurable -a su modo de ver- es eso, que, en definitiva, era esperable que pudiera desaparecer, que "se lo buscó". De más está decir que la vida de Melina no era tan distinta a la de cualquier adolescente, ¿quién me puede decir con total honestidad que no fue a bailar de noche hasta los 18? Seguramente muy pocos. Yo, por mi parte, lo hacía. Yo tengo piercings, y me hice el primero a los 15 años, ¿eso me volvería responsable si algo me sucediera? ¿Por qué debo tener un aspecto pulcro para merecer ser una víctima lamentable y no una víctima bastardeada? El hecho de que una mujer sea violada es nefasto en cualquier circunstancia, se ponga lo que se ponga, se comporte como se comporte. Jamás lo merece. Una mujer, como cualquiera, debería poder comportarse y vestirse como se le diera la puta gana sin ser cuestionada por esta sociedad machista que asume que debemos usar pollera -pero no demasiado corta-, remeras que dejen ver que somos mujeres-pero no demasiado escotadas-, tacos -pero bien combinados, para no "parecer puta"-y maquillaje -pero no excesivo. Porque sino te arreglás sos una dejada pero si andas medio en pelotas y maquillada como una trola y bueno, qué esperas que te pase.
Que Melina abandonara el colegio es un hecho no tan extraño teniendo en cuenta su difícil situación familiar, en vez de estigmatizarla por hacer algo que muchos adolescentes quisieran hacer -porque, lo lógico es que uno, siendo adolescente, no piense en la importancia de tener una educación de la misma manera que un adulto-hubiera sido deseable que se produjera una reflexión sobre la importancia de la contención social para los jóvenes y, aún más, sobre el alarmante número de muertes de mujeres que existe en nuestro país.
Pero no, más importante fue contar todo lo malo que hacía Melina. Como si eso justificara el crimen. Como si el comportamiento de una mujer justificara su abuso, su muerte.
Lo importante no es que la mujer se comporte "bien" sino que el hombre entienda que la mujer no es un objeto para su satisfacción cuando él lo desee. El censurable es el victimario, no la víctima. La importancia de la víctima no debería ser en relación ni a su sexo ni a su estrato social -porque como bien señala la Revista Anfibia, otro tratamiento fue el que mereció Ángeles, una chica clase media de Palermo. Los medios de comunicación tienen una importancia social frente a la cual deberían actuar con responsabilidad, son partes de la sociedad civil que podrían fomentar la igualdad y la reflexión pero, lógicamente, trabajan en función del sistema que los sostiene, apañan el machismo, la violencia y la discriminación.
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ResponderEliminarMelina no se merecia nada d lo q paso. MELINA no fue la responsable de los asesinis q crian puertas adentro. De cavernícolas que pretenden darle "lo q se merece" a una nena (si, nena, 17 hagas lo q sorongo hagas, putarraquees te drogues o lo q mierda t pase, Sos una nena) por el.solo hecho d deberles plena disposición. Por haber dicho "NO" , Melina se murió. Me quieren decir q mierda pasa en este mundo? No solo hombres hijos de puta la asesinaron, la violaron y la tiraron a un rio.. mujeres vieron lo q pasaba y no la ayudaron. Padres que no existian, y hoy se preocupan cuando Melina esta en una bolsa pudriendose hace un mes. Cuervos q arman estrategias para beneficiar a estas basuras. Gente q enseña q a la puta hay q cagarla a trompadas y al macho hay q festejarlo. Me estan jodiendo?hay asesinos responsables de esto. Y hay responsables de estos asesinos. Ya no confío en mi limite para defender la vida de algunos. Cada vez veo mas casos como este y me llevan indefectiblemente a desear que exista un Dexter q los vaya cazando.
ResponderEliminarIgual, Melina ya no puede defenderse.
Tristeza. Por todas. Por todos.