miércoles, 20 de noviembre de 2013

Se escribe especial, se pronuncia loser

Hay gente que en la vida nació para sobresalir y gente que no. A mí, desafortunadamente, me tocó estar en el segundo grupo. Siempre boyando entre ser "la hermana de" y "la amiga de". Mirá cómo será, que ni en mi cumpleaños tengo convocatoria. Yo soy de esas personas que dice "che, ¿hacemos tal cosa?" y nadie responde. El día de mi cumpleaños, en la oficina, traté de propugnar un almuerzo y, visto que nadie me daba ni la hora, le encargué la tarea a alguien que sí tiene ese poder, esa capacidad de decir "che, ¿comemos?" y todos acatan. Quién pudiera. A la larga me doy cuenta que si ni en eso consigo que me presten atención, ¿quién demonios leería un libro mío? Y no, nadie, lógicamente. Con suerte mi familia, algo así como lo que le pasó a De Narváez estas elecciones. Ay, qué triste tener que compararme con ese engendro de la política.
Hay quienes dicen, "pero vos sos especial" intentando hacerme creer que yo no puedo acarrear al ganado porque soy un ser particular, distinto y que, aunque nadie me registre, y no sea de esas personas por las que todos se dan vuelta,  los que me ven, ven que soy "especial".  O que qué importa si el 90% de las personas no ven mi particularidad, que lo que importa es que yo la vea. No nos mintamos más. No soy especial, soy una goma más, lisa y llanamente. Sí, no soy la rubia tarada, tengo onda , podría decirse. Pero dale, no todos queremos ser Tinelli, pero en el fondo queremos que nos lean, que la gente se cope, que lleguemos a algo haciendo lo que nos gusta, y si nadie le presta atención a lo que hacés, ¿cómo va a ocurrir eso? Pero bueno, hay que asumirlo.

Ya lo dijo la psicóloga tan amable que me hizo el preocupacional, no estoy para una posición de liderazgo.

1 comentario:

  1. Yo te leo, yo te sigo y yo le digo SI a los sushi rebozados

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