miércoles, 12 de enero de 2011

Vacaciones, dulces vacaciones

¿Por qué será que los viajes alteran tanto a la gente? Quiero decir, es lógico que si uno se va de viaje por un tiempo largo se estrese pensando en los preparativos. Pero si te vas dos semanas a la costa por ejemplo, ¿hace falta tanto tole tole? A ver, hay más o menos el mismo clima que acá o sea que no hay que devanarse los sesos pensando qué abrigo llevar, si te alcanza una campera o tenés que comprar una nueva, etc... Lo único que hay que pensar, señores, es lo siguiente: "a ver, me voy diez días, ¿qué usaría diez días acá?" y listo el pollo. Lo otro que me resulta muy gracioso es que la gente puede pasarse en condiciones normales, léase durante el año, sin verse por semanas, incluso meses; pero si uno se va afuera, cambia todo. Ahí hay que verse antes de irse sí o sí. ¡Dios nos libre de no vernos por un mes por estar de viaje!
O sea, a mí también me pasa que si me voy de viaje quiero verme antes con algunas personas, pero la verdad que no sé bien porqué. Cuando uno vuelve tiene más sentido porque te mostrás las fotitos y todas esas cosas.

Al final, la verdad que el viaje se vuelve necesario, porque ya te estresaste hasta la médula antes de irte pensando en si tenés todo listo, si dejaste todo bien en casa, si viste a todos los que tenías que ver, si dejaste a alguien a cargo de regar las plantas...y, entonces, el momento de subir al avión o al micro se vuelve algo sublime donde, por fin, tenés tu momento de paz.

3 comentarios:

  1. justo hoy le decia a una amiga
    (que me vino a visitar pq mañana ya me voy)
    que todo preparativo de cualquier cosa me saca canas verdes
    pero no hay nada que lo supere que las vacaciones
    un gran enfermedad la mia
    besos lu :)

    ResponderEliminar
  2. guacha te fuiste y ni un adio, te odio

    ResponderEliminar