jueves, 7 de marzo de 2013
Cuando te llega la madurez
Te das cuenta que estás en tu adultez cuando pasan las siguientes cosas:
-ves gente de 19 años y decís, con ternura, "ay pero son re chiquitos"
-te empiezan a molestar los boliches y decís cosas como "loco porqué está tan encerrado acá", "hay mucho humo", "¡¡¡¡PAREN DE EMPUJARME!!!!", "ay, por favor, hace demasiado calor"
-en un acceso de juventud te pegás un pedo histórico pero, gracias a eso, tenés que faltar al laburo al día siguiente porque tu anciano cuerpo ya no resiste la resaca
-te juntás a merendar con amigas. Algunas, peores que una, se refieren a eso como "tomar el té"
-te juntás a comer un viernes por la noche y, volviendo a las tres de la mañana, una dice "che re aguantamos hoy, hace mucho no nos quedábamos hasta tan tarde"
-te tomás bastante en serio el orden de tu casa
-le das consejos de vida a tus amigas más chicas
-te vas a lo de tu vieja en San Antonio de Areco (o sea, pueblo) para relajarte. Encima, tu madre, persona cercana a los sesenta, te propone ir a ver qué onda el carnaval, vos, de veinticuatro años, le decís "la verdad prefiero quedarme, porque si vengo acá es para estar en casa tranqui y descansar, de última para ver gente tengo Capital"
-tomás vino en vez de cerveza, porque es más rico, claro, pero también porque la cerveza te hincha y te da dolor de cabeza
-te encontrás estrías
-te encontrás celulitis (gracias al cielo eso a mí todavía no me pasa)
Bueno por ahora tengo esto pero estoy segura de que me irán surgiendo cada vez más hechos que denotan nuestra incipiente vejez. Tratemos de no deprimirnos, todavía somos jóvenes para gran parte de la población, por ejemplo, nuestros padres.
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