jueves, 16 de julio de 2009

Catarsis parte 733

Hoy vengo con otro tipo de desilusión, más bien estoy como desmoralizada. La desilusión del posteo anterior venía por el lado garca de la gente y esta desilusión viene más bien por el lado de la clausura mental de algunos -que, no obstante, suele ir de la mano con lo garca-. Y es que me tiene harta, harta y cansada, que me juzguen, harta de los que creen que siempre tienen voto en la vida de los demás, que se ven con derecho a decir con quién está bien o mal que uno esté. Yo me pregunto siempre a quién corno le puede cambiar lo que me hace feliz a mí, si yo no jodo a nadie, no veo qué le puede molestar a los demás lo que hago o dejo de hacer. Y me parece que todas estas cosas contribuyen a que el mundo sea como es, cada cual desde su lugarcito influye, y las opciones no son tan difíciles, o un mundo cerrado y donde sólo algunos tienen lugar y libertad, o un mundo abierto en el que pueda ser feliz cualquiera que no afecte al otro. Me percato que esto roza el chorreo de grasa, pero no tengo otra manera de decirlo, menos en mi estado emocional del ahora. No veo el momento en que las cosas cambien y se nos respete a todos como es debido, pero tampoco quiero pecar de ingenua, porque pienso que por más triste que suene, hay cosas que al menos en el corto plazo no van a cambiar. Por suerte uno se va cruzando con gente con mentalidad más abierta y que no te mira como si fueras paria, pero también uno va creciendo y comprendiendo más, y uno se va a dando cuenta que las estructuras son de una determinada manera, y van a seguir así, funcionales a un sistema. Un sistema que no tolera lo distinto, que margina, que incluye sólo lo que conviene. Y lo triste es que es imposible apartarse de ese sistema, es inevitable. Se pueden buscar alternativas, y eso hago. Sólo queda no resignarse por ciertas cosas y pelear por lo que uno merece, por lo que corresponde. Lamentablemente uno se va desgarrando, pero siempre está la posibilidad de rodearse de los que sí valen la pena y juntar fuerza con eso para cagarse en la gente que no entiende -o que no quiere entender-.

domingo, 12 de julio de 2009

Intento de canalización III

Primero: ejercicio. Segundo: té de tilo. Tercero: escribir. La tercera fue escribir, porque no tengo muy claro porqué me ataco. Pero en aras de seguir evitando la hiperventilación voy a intentar verbalizar lo que me circula en la mente. Supongo que debe ser una sumatoria de cosas, el domingo a la noche, mi aburrimiento general, las desilusiones que uno tiene cada tanto...Y el asunto es que cuando uno está en denial, o decide no darle más vueltas a las cosas, de repente salen por algún lado, léase ataques de ansiedad, o pánico, si la cosa viene más heavy. Es que no sé cómo decir todo lo que se me cruza por la cabeza, y menos sin sonar repetitiva, pero el asunto es que la recurrencia en los problemas ya me parece un hecho objetivo. A estas alturas creo que a todos, al menos una vez, nos surgió el hartazgo con la gente. En mi caso, me viene surgiendo seguido, también es que la gente hace muchos méritos. Pero muchos, yo trato de tener paz mental (cosa que vengo logrando bastante bien, salvo los mencionados ataques esporádicos), trato de ponerle buena onda, de abrirme, y dale, DALE que me joden. Bueno, todo bien, para histeriquear mejor que se queden en sus casas, porque si el mundo se volvió histérico NO ES MI CULPA. Yo no quiero pagar los platos rotos, justo yo, que soy bastante coherente con los demás. Y encima le decía a mi vieja hoy que ya el versito de "ay que buena amiga que sos, ay que buena persona que sos, ay me encnata hablar con vos" me tiene un poco harta. Sí, me encanta caerle bien a la gente y que piensen que soy buena persona, pero siempre viene con un tono deprimentemente asexual. Tal vez soy algo asi como un ente y nunca me di cuenta. Y ni me hagan empezar con el SOS DEMASIADO BUENA PARA MÍ porque nonono, ahí sí que se pudre todo. Que carencia de ovarios/huevos que tiene la gente, dios mío. En conclusión, parece ser que la solución a mis problemas es volverme mala persona, porque ya es un fact que la gente no sabe valorar que la traten bien, para que las personas tengan interés hay que tratarlas mal. Es deprimente pero cierto, igual la fija es que nunca me sale, no que yo sea la madre Teresa de Calcuta, pero buena persona soy, y considerada, y me revienta pero es así, la gente me lo dice pero después naranja, se las toma sin problema.
Bueno, chau, ya me descargué.